Monografia celulas madres from Fernando Chafloque
Hay
en Biología un principio que dice que “todas
las cosas vivas son celulares”
o, como escribe Harold J. Morowitz1, “la
única vida que conocemos es celular”.
Lynn Margulis2 lo expresa de
otro
modo afirmando que “las
unidades de vida son las células”.
Al ser
toda vida celular, como sólo lo vivo transmite vida, toda
célula
debe proceder siempre de otra célula viva. Desde el origen
de las
primeras células vivas, todo ser vivo celular procede, pues,
de
otro ser vivo por lo que la vida desde su origen es un continuo que
no se ha interrumpido y, hasta ahora, ha sido inmortal.
- Que son y de donde proceden las células madre
El
término “células madre” es el que más ha trascendido a los
medios de comunicación y el que más se emplea en la actualidad,
incluso entre los investigadores, para hacer honor al rigor
terminológico se debe indicar que el termino en ingles es “stem
cells”. Las características más importantes que permiten definir
a las Células Madre y diferenciarlas de la gran mayoría de las
células constitutivas de un organismo adulto son dos. La primera
es que en condiciones de cultivo adecuadas, tienen una capacidad
limitada de dividirse; así una célula madre es capaz de generar un
número inmenso de células de las que todos estamos constituidos. La
segunda es que las células madre son capaces de generar varios de
los linajes celulares de los que está constituido un individuo:
células del corazón, del hígado, del riñón, neuronas, musculo,
etc.
Hasta
el momento se han identificado células con características de
células madre de cuatro orígenes distintos: origen embrionario,
células madre germinales, células madre procedentes de carcinomas
embrionarios y células madre procedentes de tejidos somáticos, y
aisladas de individuos adultos que denominaremos, Células Madre
Adultas (CMA). En la división celular típica, las dos moléculas
hijas generadas son equivalentes entre sí, y a la célula
progenitora de la que derivan. Posteriormente las células podrían
evolucionar y por distintas vías.
Se
ha asumido que las Células Madre presentes en el organismo adulto
(CMA) deben de poseer, en términos generales, un menor potencial que
las presentes durante el desarrollo embrionario y fetal.
Solo
unas pocas están contribuyendo de forma simultánea a la creación
de un tejido, en un momento dado. La mayoría se encuentra en un
estado de reposo, lo que las protege tanto de agresiones externas,
físicas o químicas, como del proceso de envejecimiento celular.
Cuando las Células Madre Adultas responsables en un momento dado de
la regeneración tisular agotan sus posibilidades, son sustituidas
paulatinamente por la progenie de unas nuevas. Las nuevas células
así generadas representan diferentes clones y el fenómeno
responsable del proceso se denomina “sucesión clonal”.
En
definitiva una, Célula Madre se define, funcionalmente, como una
célula capaz de automantenerse y con potencial de generar varios
linajes celulares o todo un organismo.
- Propiedades de las células madre
Según
se deduce de lo expuesto, las células madre tienen tres propiedades
que las distinguen de los otros tipos de células, a saber: son
autorrenovables,
son capaces de permanecer indiferenciadas
y, al
mismo tiempo, son multipotentes
o
pluripotentes,
es decir, tienen la capacidad de diferenciarse en todos, o gran
parte, de los tipos celulares que se derivan de las tres capas
germinales de los embriones. Cuando hablamos de multipotencia o
pluripotencia, esta potencia de las células madre se atribuye a una
propiedad llamada plasticidad.
Se
puede definir la plasticidad
de una
célula como su capacidad de adquirir las características de forma y
de función propias de un tejido diferente del que originariamente se
deriva. Hasta hace poco se admitía que una célula madre específica
de un tejido, por ejemplo, la piel, sólo podía diferenciarse en las
células correspondientes a ese tejido originario. Estudios recientes
han demostrado que células madre, procedentes de un tejido o de una
capa germinal pueden generar tejidos de otro órgano o de otra capa.
Esto quiere decir que a partir de la médula ósea, de la piel o del
cerebro, se pueden obtener células madre pluripotentes capaces de
originar tejidos de cualquiera de las tres capas
germinales.
Este
hecho, que ha revolucionado nuestras ideas sobre las células madre,
se ha evidenciado, entre otros órganos, en el cerebro, en el músculo
esquelético, en el miocardio o en el hígado, lo que demuestra un
alto nivel de plasticidad de las células madre procedentes de estos
órganos. Por ejemplo, un tipo de células de la médula ósea, las
llamadas células
progenitoras multipotentes
adultas
(MAPCs),
pueden diferenciarse en el laboratorio o al implantarse en otros
órganos, no solo como células de mesodermo visceral, sino también
como células del ectodermo y del endodermo. Estas células
proliferan ampliamente sin envejecimiento aparente ni pérdida de
plasticidad. Es el nicho,
o “microambiente”
del órgano huésped, el que influye en la diferenciación en líneas
celulares distintas a las de su lugar de origen.
- Potencia de las células madre
Potencia
de una célula indiferenciada a su capacidad de dar origen a nuevas
células más diferenciadas. De acuerdo con su potencia –
potencialidad
o
plasticidad
–
las células madre pueden clasificarse como:
- Totipotentes, capaces de originar tanto tejidos embrionarios (de cualquiera de la tres capas germinales) como extraembrionarios (p.e. placenta),
- Pluripotentes, capaces de diferenciarse en tejidos derivados de cada una de las tres capas germinales, y
- Multipotentes, con una capacidad de diferenciación más limitada.
El
cultivo de algunas de estas células, obtenidas generalmente tras la
destrucción de embriones creados mediante fecundación in vitro,
permite su desarrollo y multiplicación en el laboratorio para
obtener de ellas casi cualquier tipo de célula del organismo, como
veremos más adelante.
Las
células madre embrionarias más versátiles son las más precoces en
el ciclo vital de un organismo y desaparecen en menos de tres semanas
tras la fertilización del óvulo. Mientras más tardías, las
células madre tienden a producir, cuando se dividen, células más
diferenciadas. Por ello se dice de ellas que están dedicadas
- o
comprometidas
- a
destinos más restringidos dentro de uno de los tipos de tejidos
correspondientes a las tres capas
germinales.
Si continuamos considerando el desarrollo embrionario, vemos cómo
las células se van especializando más y más para formar tejidos
como el muscular, el cardíaco, la sangre, etc., y solo algunas de
las células madre primitivas persisten en la vida adulta para
realizar papeles de renovación y reparación de esos tejidos.
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